El rostro amable de la Policía
Posteado por Pedro Gómez Silgueira el 17/04/2011 - 1 Comentario - 257 visitasYa nos estábamos acostumbrando a escuchar a diario noticias del acecho de los “polibandis” o ex policías involucrados en asaltos y todo tipo de delitos.La ficción encarnada en “Comisaría 13” se iba quedando un poroto ante la lacerante realidad. Sin embargo, no todos deben ser puestos en la misma bolsa.
Esta semana, dos pequeñas acciones, que tienen un gran significado, demuestran que no todos los policías son delincuentes. No todos son corruptos. Ni mucho menos todos son bandidos. Al contrario, son situaciones que nos devuelven la confianza, porque conservan el sentido del deber y la humanidad.
La primera escena conmovedora fue ver a un policía cargar en sus brazos al hijo de un misionero menonita estadounidense, secuestrado cuando iba camino a su escuela en el distrito de R.I. 3 Corrales de Caaguazú.
A Javan Ray Yoder Schlabach (10), quien fue liberado nueve horas después por sus captores, se lo veía aún aterrado por la situación que vivió. Pero se lo notaba sano y salvo en brazos del uniformado que lo cargó como si fuera su propio hijo para entregárselo a sus padres.
El pequeñ fue arrancado de en medio de sus tres hermanos cuando iba a su escuela, ubicada a unos 250 metros de su casa. Su liberación trajo alegría no solo a su familia, sino a todo el país.
Luego, en Crónicas Positivas de ABC Digital, Rossana Escobar puso la fotografía de un policía que ayudaba a desplazarse por la calle a una persona ciega. “Policía Ejemplar”, dice el título.
De entre los muchos comentarios rescato este -cuyo texto lo he corregido-: “¡No todos los policías son polibandis! existen miles de policías que luchan cada día por un miserable sueldo, pero demostrando su honestidad y su vocación de servicio. Cuando vemos una acción como ésta nos asombramos porque no es común, pero es normal en cualquier país civilizado... ¡Felicitaciones para este policía! Ojalá lo imiten muchos de sus camaradas”.
Realmente en cualquier país civilizado el policía es el mejor amigo de los ciudadanos, son los custodios de su seguridad. ¡Que cunda el ejemplo!
La primera escena conmovedora fue ver a un policía cargar en sus brazos al hijo de un misionero menonita estadounidense, secuestrado cuando iba camino a su escuela en el distrito de R.I. 3 Corrales de Caaguazú.
A Javan Ray Yoder Schlabach (10), quien fue liberado nueve horas después por sus captores, se lo veía aún aterrado por la situación que vivió. Pero se lo notaba sano y salvo en brazos del uniformado que lo cargó como si fuera su propio hijo para entregárselo a sus padres.
El pequeñ fue arrancado de en medio de sus tres hermanos cuando iba a su escuela, ubicada a unos 250 metros de su casa. Su liberación trajo alegría no solo a su familia, sino a todo el país.
Luego, en Crónicas Positivas de ABC Digital, Rossana Escobar puso la fotografía de un policía que ayudaba a desplazarse por la calle a una persona ciega. “Policía Ejemplar”, dice el título.
De entre los muchos comentarios rescato este -cuyo texto lo he corregido-: “¡No todos los policías son polibandis! existen miles de policías que luchan cada día por un miserable sueldo, pero demostrando su honestidad y su vocación de servicio. Cuando vemos una acción como ésta nos asombramos porque no es común, pero es normal en cualquier país civilizado... ¡Felicitaciones para este policía! Ojalá lo imiten muchos de sus camaradas”.
Realmente en cualquier país civilizado el policía es el mejor amigo de los ciudadanos, son los custodios de su seguridad. ¡Que cunda el ejemplo!
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